Milán, una inspiración viva. Parte 9
El IED, Istituto Europeo Di Design es lo mejor que me puede estar pasando.
Me despierto y sin pensarlo dos veces salto de la cama. Me pongo lo primero que encuentro tirado en la banqueta de dibujo y con una emoción que me desborda me dirijo a la cocina, hipnotizada por el olor a café y por el Italiano que con un acento Croata me invitan a desayunar.
El piso está frío y puedo sentir los desniveles que las pequeñas figuras geométricas imprimen en los cerámicos antiguos.
– Ciao Nat.
Y Natalija, con una gran sonrisa, como siempre se la encontraba, me saluda también.
– Ciao Luci
Me sirvo una gran humeante taza de café negro y mientras me siento a la mesa y apoyo la taza sobre el mantel a cuadrillé azul y blanco hago una pequeñísima pausa que dura una eternidad.
Como si estuviera sobrevolando la sala me veo en Via Fiamma 17, en Milano, con Natalija, Karen y Nina, viviendo una de las experiencias más emocionantes de mi vida y estoy completamente despeinada, combinando lo incombinable y a punto de volcar el café.
Hoy tengo clases. Me encuentro con Alessandra y podremos hablar sobre nuestro proyecto delirante que sorprende cada día más a nuestro tutor de tesis – Stuart, el Inglés que habla un Italiano de autor.
Ci sentiamo pronto.